“Una práctica interesante que combina el mindfulness y la abstención consiste en limitarnos a percibir los movimientos físicos que realizamos cuando algo nos incomoda.
Cuando sentimos que, de un modo u otro, estamos perdiendo nuestro espacio de confort, empezamos a a hacer toda clase de pequeños movimientos nerviosos agitados.
Puede que te hayas dado cuenta de que cuando te sientes incómodo haces cosas como tirarte de la oreja, rascarte en algún sitio aunque no te pique o estirar el cuello.
Cuando te des cuenta de que estás teniendo este tipo de reacción, no intentes cambiarla.
No te critiques por lo que sea que estés haciendo.
Limítate a percibirla y a registrarla como lo que es….
Resulta útil recordarnos siempre a nosotros mismos que la meditación consiste en abrirnos a lo que surja, en relajarnos y dejarnos caer en ello sin elegir, sin escoger.
Fuente: Ante el miedo y la incertidumbre. Pema Chödröm – Ediciones Gaia